Mitos y leyendas de la Sierra ecuatoriana
Mitos.
Origen de los Cañaris
Las culturas pre incaicas como los Cañaris tuvieron
interesantes visiones del mundo ya que atribuyeron aspectos de su raza y
cultura a la naturaleza y el misticismo.
Se atribuyeron eventos fantásticos para contar la historia de cómo
llegaron a ser, e incluso eventos de la vida cotidiana que no podían explicarse
fácilmente. Estas historias fueron contadas de generación en generación, ya que
su cultura dependía de las palabras de boca a boca. Y hoy en día, los
estudiamos y contamos su historia.
¿Quiénes eran?
El término Cañari proviene de “Kan” que significa serpiente
y “Ara” que significa guacamayo.
El grupo étnico Cañari, o Kañar (en Kichwa), solía vivir en
el territorio de Azuay y Cañar en Ecuador durante el 800 D.C. Sin embargo, se
encontró evidencia de su presencia en otras provincias como Chimborazo, Morona
Santiago y El Oro.
Para algunos lingüistas se traduce como “descendientes de la
serpiente y el guacamayo”. Estos animales, de hecho, eran considerados
sagrados, y existen muchas leyendas y objetos que hicieron para representarlos.
Los Cañaris creían que las fuertes lluvias eran el origen de
su raza. La leyenda dice que en tiempos antiguos toda la comunidad murió
durante una terrible inundación, y sólo dos hermanos sobrevivieron ya que
subieron a la cima del Huacay ñan, el cerro conocido como “rastro de lágrimas”
donde se escondieron en una cueva. Después de que la inundación había pasado,
salieron de la cueva en busca de comida sólo para volver y encontrar deliciosas
delicias esperándolos.
Esto sucedió durante 3 días enteros hasta que el hermano
mayor decidió esconderse en la cueva y descubrir quién estaba detrás de los
deliciosos alimentos. Para su sorpresa, dos guacamayas con la cara de una mujer
entraron en la cueva para dejar la comida. Queriendo apoderarse de ellas, el
hermano saltó para atraparlas, sin éxito. Lo mismo sucedió los dos días
siguientes, hasta que cambiaron de estrategia y el hermano menor se quedó en la
cueva.
Cuando las dos guacamayas entraron, pudo atrapar a la
guacamaya más joven, con quien se casó, y tuvo 6 hijos (3 niñas, 3 niños). Sus
hijas e hijos fueron los padres de la población Cañari. Estas guacamayas, con
las mismas características de las mujeres Cañaris fueron las que entregaron a
los hermanos semillas para que cultivaran en su tierra. Como parte de sus
creencias religiosas, los Cañaris adoraban al cerro Huacay ñan, donde sus
progenitores habían comenzado su linaje.
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